Declaración de la Agrupación Histórico-Cultural Pueblo Kilmes.
Nuestra Agrupación Histórico-Cultural nació en los comienzos de marzo del año 2016. Éramos investigadores, historiadores locales, politólogos, sociólogos, fotógrafos, profesionales en varias áreas, preocupados por las diversas cuestiones culturales de raigambre local con proyección nacional. En aquel entonces no nos conformaba la dirección que otros otros colegas con quienes compartíamos, quisieron imponer al ámbito amplio de la “cultura” en Quilmes, sobre todo brindando un apoyo directo, no sólo discursivo sino concreto, al nuevo gobierno municipal macrista elegido en el Municipio, al que ahora consideramos como la peor experiencia histórica que el pueblo argentino en su conjunto ha tenido que pasar de un gobierno elegido por un ínfimo margen de votos, y del que todavía muchos no despiertan.
Nosotros no nos agotamos en los cantos de sirena o la obnubilación fácil de aquel momento. Sabíamos lo que iba a pasar, porque conocemos la Historia, con sentido crítico. Si la Argentina iba a ser gobernada por los principales Ceos de las grandes multinacionales, y por los enriquecidos en la prebenda corrupta de un Estado infiltrado hasta los huesos, vaciado de sentido nacional, y por títeres que de la cocina pasaron al gobierno municipal del bien común, de golpe, sabíamos cuál iba a ser el resultado.
También, sabemos que los errores del pasado se pagan con nuevos errores, y horrores, en el presente. Nada es lineal ni blanco y negro en la vida. Pero estaba claro para nosotros que cuando se quería volver a una vereda ya transitada, como las del neoliberalismo que impuso Martínez de Hoz en 1976, había que ponerse irremediable e indudablemente en otro lado. Porque de lo contrario quedaríamos salpicados y ensuciados por sus consecuencias. Nosotros nos pusimos en ese “otro” lado.
No hicimos migas con el gobierno de turno macrista, ni ahí. Y observamos. Sin atacar a nadie en forma personal, trabajando, diciendo lo nuestro. Pero también pidiendo que se haga la necesaria reflexión y autocrítica de aquellos que sí nos atacaron a través de una prensa sedienta de pauta publicitaria. Que le dieron la espalda a lo más profundo de nuestros valores patrióticos, populares, nacionales, locales, democráticos, no de campanario, sino de sangre real, de ésa que transcurre en los barrios, y no en las componendas por arriba entre falsos amigos, como es el engendro ya largo, y pobre de toda pobreza, de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes.
Nuestro trabajo.
En ese marco se nos hizo una obligación moral, democrática, y de principios irrenunciables, fundar una nueva entidad que pasamos a llamar “Pueblo Kilmes”, y que viene realizando modestamente diversas actividades: fundación de la web que lleva nuestro nombre, publicación de investigaciones, la edición del primer número de una Revista -la que, con la posibilidad de nuevos vientos, pensamos continuar-, charlas, debates, participación en foros y actividades de todo tipo, apoyo a otras publicaciones, notas de color y de rememoración de nuestro pasado. Pasamos a ser miembro integrante de la Federación de Entidades de Estudios Históricos de la Provincia de Buenos Aires. Participamos en el Congreso de Historia de los Pueblos de la Pcia. de Buenos Aires, en los años 2017 y 2019. El tema del trabajo del año 17 se convirtió gracias a una ordenanza, en el nombre de una calle de un barrio de Bernal. Concretamos nuestra primera Jornada de Historia en el año 2017 con una gran concurrencia de asistentes y con un tema muy actual: Trabajo, industria y comercio.
Saludamos entonces fervorosamente el cambio de gobierno en los tres ámbitos, nacional, provincial y local. Esperamos como siempre ser un órgano de consulta especializado más para lo que se nos necesite, conservando nuestro espacio de independencia institucional.
Ojalá que estos tiempos traigan nuevos aires frescos. Que por lo menos resulte un paliativo, en primer lugar, para los más desposeídos, pero luego continúe en una constante consolidación de mayores espacios democráticos, más justos, con justicia social, independencia económica y soberanía política.
Los peligros que se ciernen sobre la Nación Argentina y sobre la Patria Grande en el contexto mundial, son enormes. Pero aquí, desde abajo, haremos fuerza, en lo que podamos y debamos, para sostenerla y llevarla adelante. Porque la Cultura y la Política están unidas. La “cultura” no es aséptica, como si no tuviera que ver con la Política ni con la Historia. No tiene que ver de manera directa con el partidismo, pero es Política de la grande. La que cambia las cosas estructuralmente, la que consolida subjetividades culturalmente libres, descolonizadas mentalmente, que se unen al mejor destino de la Nación que soñaron nuestros mejores próceres.
fantastico,como todo lo expuesto,gran trabajo
Los pueblos no siempre ejercitan la memoria como debiera ser. Con frecuencia la dejan adormecer o mutar en un contenido ligero, transparente, vacío o directamente muerto.
Ello ocurre porque nos dejamos obnubilar y engañar por los relatos que diferentes actores sociales buscan imponer para preservar sus ventajas y beneficios sobre el resto mayoritario de la sociedad.
Entonces, docentes, historiadores y aficionados a la Historia adquieren una relevancia más que singular ya que la Historia nutre y fortalece
la Memoria.
Se puede decir que es casi un acto de autodefensa que un gobierno nacional y popular apoye, fomente y divulgue la labor intelectual de agrupaciones histórico/culturales al estilo de Pueblo Kilmes: mantener viva la memoria de la ciudadanía debiera contribuir al aprendizaje de las lecciones de la Historia y con ello el destierro de los personajes siniestros que permanecen en las sombras esperando el momento oportuno de restaurar un modelo neoliberal, cipayo y entreguista, tal como sucedió con el gobierno argentino del período 2015-2019.