Siguiendo con la evocación del año del centenario del nacimiento de Evita Perón, queremos traer al recuerdo un episodio de la vida de aquella flamígera dirigente nacional, casi inadvertido, ocurrido hace muchos años sobre los pagos y cielos de nuestra Ciudad.
Nelly Omar
La “cantora nacional” Nelly Omar, alguna vez apodada “La Gardel con polleras”, nacida en 1911, vivió con una vitalidad extraordinaria hasta los 102 años. Había residido un tiempo en Quilmes desde los once años (1), cuando su familia tuvo que trasladarse desde Guaminí al conurbano de Buenos Aires tras el fallecimiento temprano de su padre. Antes de dedicarse al canto de manera pública, la cantora de la version más popular de La Descamisada sentía una fuerte admiración por lo que representaba para la mujer argentina Carola Lorenzini, la primera aviadora civil del país, y soñaba con imitarla. Por ello fue a tomar instrucciones de vuelo en la IMPA (Area de Material) de Quilmes, que ya existía en el antiguo bañado de la ribera desde 1915.
Hasta que en 1932 debutó en Radio Splendid desarrollando una descollante carrera artística junto a grandes autores ( Homero Manzi), o cantantes (Agustín Magaldi, Azucena Maizani, Libertad Lamarque, Tita Merello, Aida Falcón), o directores de Orquesta (Francisco Canaro). Sus sueños sobre la aviación se desvanecieron desde entonces cuando comprendió que su deseo de ser pájaro estaba más en la tierra con su voz.
Así el país ganó una cantante gaucha que se plantaba en los escenarios con poncho, una voz firme y dulce, siempre vibrante. Sufrió la censura, el ostracismo y un exilio interno después de la Revolución Fusiladora de 1955 que derrocó al General Perón.
El Encuentro
En una entrevista del año 2011 Nelly Omar recordó: “Yo digo las cosas que siento y las que he vivido y viví. Yo soy de Perón y de Evita porque los conocí. Conocí a Evita -continúa- antes que sea la Sra. de Perón. La conocí volando en Quilmes. Éramos ella, yo y dos aviadores que daban clases de aviación en Palomar. Fuimos a volar. Después ella empezó a hacer radioteatros. Teníamos una gran relación, pero yo jamás recibí nunca (nada) de ella ni de Perón” -finaliza-(2). Y vuelve a decir: “Yo volaba. Me gustaba volar, estudiaba aviación” -algunos de sus hermanos también lo hacían-. Hasta que su mamá le dijo, según cuenta: “Dejate de hinchar con ser aviadora” (3).
Eva tendría alrededor de 17/20 años, y Nelly alrededor de 25/28 cuando se conocieron. Eva Duarte comenzó a hacer pequeñas interpretaciones en teatros y radioteatros en Buenos Aires a partir de 1935, a los 16 años. (4) Nelly Omar comenzaba a ser conocida en el ambiente de las grandes cantantes por su peculiar voz. Seguramente ambas mujeres emblemáticas de nuestra historia entrelazaron algún destino entre escenarios y micrófonos.
Por ello estimamos que el acontecimiento al que se refiere Nelly Omar tiene que haber sido entre 1936 y 1939, porque después la cantora que de chica conoció a Gardel en la casa de su padre en Guaminí abandonó definitivamente ese sueño de la aviación. Y Evita cada vez avanzaba un tanto más en sus papeles de actriz, sin llegar a realizar jamás un papel principal en las tablas, excepto el que le aguardaba en la historia al lado del Gral. Perón a partir de su primer encuentro en 1944 (5).
El ansia de aventuras y libertad en ambas jóvenes, una amistad fraterna, la seguridad en sus propias fuerzas, hicieron que se embarcaran en ese vuelo que las tuvo a las dos grandes sobre los cielos de Quilmes.
No pudieron ser ellas piloto y copiloto, la cabina además sería del tipo cerrada, con cuatro asientos por lo menos, pero las queremos imaginar así, al aire libre, disfrutando el horizonte de sus altos e impresionantes destinos que recién comenzaban.
Hermosa historia de dos grandes, yo creo que en nuestra historia las mujeres siempre jugaron un papel fundamentas, por ello las admiro y respeto tanto
Muy linda historia, que hermoso, que se atreva el Profesor y vuele con su imaginación. Excelente. Felicitaciones
No conocía la historia. Qué mujeres valientes, y precursoras, admirables!
Una historia desconocida para mí…