El Quilmero deja de imprimirse después de casi 14 años consecutivos
El 29 de agosto de 1889, hace ya 134 años, el bisemanario El Quilmero, deja de pertenecer a su director Pedro Giménez, y pasa a poder de un grupo de vecinos, cuyos nombres no aparecen en la nota de despedida.
El Quilmero sale a la calle por primera vez el jueves 2 de diciembre de 1875; hace unos años publicamos la transcripción completa de esta publicación.
https://pueblokilmes.com.ar/escritos/el-quilmero-n1-de-1875/
En esta oportunidad disponemos la carta de despedido de su director propietario Pedro Giménez.
EL QUILMERO
Año XIV REDACCIÓN ANONINA Número 1433
ADMINISTRACIÓN, Calle General Mitre N° 55.Director-Pedro Giménez
JUEVES 29 DE AGOSTO DE 1889
DESPEDIDA
El presento número de EL QUILMERO es el último que pertenece a su Director y propietario.
Entre personas que se respetan es un deber despedirse, y por eso el Director de este periódico lo hace en este caso.
Trece años y nueve meses cumple de vida EL QUILMERO al terminar Agosto con el número de hoy, y el siguiente pertenecerá a otra Dirección y otros propietarios.
Una sociedad anónima formada por señores de este vecindario lo han comprado, yaella pasa la imprenta y todos los enseres del trabajo con el título de esta publicación.
Indudablemente, el vecindario quilmeño debe tan poco al periódico como su Director y propietario al vecindario, por lo que, no existiendo vínculos ni compromisos que puedan embarazar nuestra franqueza, la despedida que hacemos es franca y honrada como lo fue nuestra propaganda durante (el tiempo que) hemos ejercido la misión ingrata del periodismo.
No ponemos cargos que hacer ni recompensas que reclamar, como no tenemos responsabilidades, porque, como falibles pudimos incurrir en errores y quizá en injusticias, nos inspiró siempre la buena fe, la lealtad y la honradez que, sin escepcion (sic) de personas o medios con que se nos combatiera, sirvió de guía a nuestras apreciaciones con sacrificios muchas veces de afecciones que nos eran caras.
Creímos siempre que la misión honrada de una publicación local no podía ser otra que lucha por el progreso y por el adelanto del pueblo, velando activamente por sus derechos y libertades.
Y al dejar el puesto, entregando el periódico a otras personas que quizá más felices, aunque no mejor intencionadas, obtendrán resultados más halagüeños de los favorecidos por su propaganda, nos alejamos sin pesar ni rencores, y poseídos de la satisfacción del deber cumplido.
Trece años y nueve meses de constante tarea, sin quebrantar jamás el propósito de servira los intereses públicos, y sin devolver por ingratitudes otra cosa que beneficios, prueban al menos lo buena intención que nos ha inspirado.
Para constatar si esta hoja ha producido bienes al progreso local y a la ilustración de su vecindario, bastara lo que era Quilmes y parte de su vecindario al principio del mes diciembre de 1875 en que apareció El Quílmero.
No es oportuno ni nos place extendernos en más recuerdos ni consideraciones en esta vez que escribimos para el público quilmeño.
Bastanos[i] la satisfacción del deber cumplido y la seguridad de podernos retirar de nuestra misión pública con la tranquilidad de no haber causado daño ni haber contribuido a la degradación social, sino al contrario luchando siempre por la dignidad y altura del periodismo y de la sociedad.
Al ceder pues nuestro puesto a otras inteligencias bien intencionadas y preparadas sin duda para reemplazarnos dignamente, manifestamos la gratitud debida a las bondades que hayamos podido merecer lo mismo que a las honrosas manifestaciones de aprecio y respeto con que nos distinguió siempre el periodismo ilustrado.
- Giménez
Quilmes, Agosto 29 de 1889
Notamos en la carta de despedida de una época, un dejo de tristeza: dice que el vecindario le debe muy poco a El Quilmero, como el Director al vecindario.
En realidad Don Pedro Giménez, realizó un trabajo enorme, al dejar para la posteridad 1344 ejemplares, de 4 hojas, dos veces por semana, solo en ciertas fiestas nacionales, salía una publicación de una página o dos carillas.
Allí encontramos de todo: robo de casa; malones de pueblo originarios en el interior de la provincia; accidentes de ferrocarril, ya sea con animales sueltos, carruajes, máquinas que se quedaban en medio del viaje, falta de puntualidad, falta de aseo en los vagones, cuando el servicio mejoró, después de la fundación de la ciudad de La Plata, el Quilmero lo elogió; realizaba además de su cargo de director de la publicación ventas de propiedades, etc.
Lo que debemos agradecer a Pedro Giménez, es haber donado su colección a la biblioteca municipal y tener una idea de cómo era Quilmes, a través del Quilmero.
Muchas Gracias Pedro Giménez.
[i]Equivalente a “Nos Basta”